La Presidenta visitó el nuevo barrio "Almafuerte", que reemplazó esa villa de emergencia, en San Justo, y pidió seguir trabajando "unidos y solidarios" para poner fin a la pobreza y la precariedad en el país.
La Primera Mandataria entregó llaves simbólicas de dos de las 923 casas inauguradas hoy, en el marco de un plan que apunta a la construcción de 1.230 unidades “que van a dejar urbanizada a la totalidad de Villa Palito”, destacó.
Al llegar al barrio, Cristina recorrió el interior de algunas de las viviendas, construidas por la cooperativa "Almafuerte", donde dialogó con los beneficiarios, tras lo cual se trasladó al palco central donde se exhibió un video que mostró al extinto presidente Néstor Kirchner cuando visitó el lugar el 7 de enero del 2004 y prometió llevar agua y viviendas para las familias más humildes de esa zona.
En aquel entonces, recordó la Presidenta, “apenas 600 mil matanceros tenían agua potable, y hoy la tienen más de 1 millón 600 mil, el 94 por ciento de los matanceros”.
Acompañaron a la Primera Mandataria en el acto el vicepresidente, Amado Boudou; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, entre otros integrantes de su gabinete, y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
“Si hay un lugar donde siento que él (el ex presidente Néstor Kirchner) está presente es aquí”, comenzó Cristina.
Recordó que la Villa Palito “nació en 1957; parece casi una metáfora del país que me tocó gobernar, y que no era diferente el resto del país”.
“Muchos habían dejado de creer” desde entonces, dijo, “y no le puede pasar nada peor a un pueblo que no creer en sus fuerzas, en su vida”.
“Me acordaba –continuó- cuando era senadora, de la pelea en el Congreso cuando decidimos tomar nuevamente Agua y Energía porque la empresa extranjera a la que se le había entregado la concesión de aguas y cloacas para la Capital Federal y el Gran Buenos Aires no ejecutaba ninguna obra”.
“El decía ‘tiremos los caños y después pidamos autorización’, siempre fue un irreverente pero con los poderosos, no con los débiles”, acotó.
Señaló que cuando aterrizó hoy el helicóptero que la llevó al nuevo barrio, imaginó que “nadie puede pensar que esto alguna vez fue una villa, y ahora tiene casas más lindas que muchas casas del Plan Federal hechas con empresas constructoras”.
Exhortó entonces a multiplicar obras de ese tipo, en el marco del Plan Federal, de Argentina Trabaja y todos los programas en marcha, para lograr “unidos, solidarios, erradicar la pobreza y la precariedad” de todo el país.
Consideró que “lo que hoy vimos es una gran parábola de cómo pudimos de aquella Argentina donde nos decían que nada era posible, que nada se podía hacer sin autorización de tal o cual, - ya no quiero ni nombrarlos-, llegar a donde él demostró, nosotros demostramos, el pueblo argentino en su conjunto demostró, que era posible un proyecto de país que nos contuviera a los 40 millones de argentinos, que es el gran objetivo” a alcanzar.
Subrayó que los logros alcanzados hasta el momento en materia de educación, economía, de ciencia, “veo que hay esperanza que progresar es posible, aún lo podemos hacer en un mundo con olas cruzadas y viento cruzado, y nos damos cuenta que mucho sacrificio valió la pena, que mucho dolor valió la pena.
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