A dos años de un fallo tan importante como incumplido, se debe revisar todo lo actuado, para señalar responsables. No tenemos todo el tiempo, la mortalidad infantil, y la que no lo es, no concede prórrogas.
Se debiera nombrar al frente de acumar una personalidad relevante, absolutamente importante, indiscutible y reconocida en el tema, idem como representantes de provincia y ciudad, proveyendo a ésta autoridad, la autonomía, autarquía y el presupuesto necesario como para emprender los objetivos que hoy son de dominio público. Esta gestión debiera estar refrendada por todos los principales líderes políticos del pais y declarada causa nacional.
Es imprescindible incentivar la particpación de la comunidad de la cuenca, dejar de ignorarla, y ningunearla, como hasta ahora.
Basta de gatopardismo que solo sirve para anestesiar a la soiedad, basta de repetir diagnósticos, o power explicando o justificando planes incumplidos, y de tanto discurso y reuniones inconducentes, necesitamos conclusiones serias, rápidas e interdisciplinarias, analíticas y profundas, haciéndo eje en ahondar soluciones prácticas para la problemática cuenca Matanza-Riachuelo -- el incumplimiento de su fallo, ateneos convocados por prestigiosos cuadros de profesionales con autoridad en la materia, para dar solución definitiva y urgente, para detectar y corregir las muchas y reconocidas causas del incumplido fallo, para generar camino hacia la mejor y más rápida solución. Se han cumplido dos años del trascendente fallo de la Corte en la causa Riachuelo, el que deja al desnudo grandes falencias culturales, sociales, económicas, políticas, técnicas y jurídicas, las que hay que reconocer, y trabajarlas, pues necesitan ser erradicadas.
Necesitamos enriquecer éste endeble estado de derecho, con observaciones constructivas hacia el mejor y real cumplimiento de la causa Riachuelo. No tenemos un Estado ausente, lo tenemos ineficiente o corrupto.
Académicos debates sobre como endurecer y profundizar la judicialización de las cuestiones ambientales y administrativas en la causa Riachuelo - su penalización - nuevas leyes -- como una forma de instrumentar apoyos en favor de la causa original, debieran darse con carácter de urgente y en lugar de excelencia, porque la causa lo amerita y la sociedad que está observando la evolución de los acontecimientos con suma atención, así lo espera y necesita. Meter preso a un contaminador ( envenenador ) no resuelve la contaminación que generó, ni las enfermedades o muertes que produjo, pero sus colegas industriales que están en iguales condiciones lo pensarán dos veces antes de seguir su ejemplo y aquellos funcionarios que no cumplen con la función para la que fueron designados, también. La impunidad nos juega en contra, y mientras no ataquemos la CORRUPCION, madre de nuestras mayores desgracias, todo nos resultará bastante imposible. Los "contaminadores" que envenenan nuestras aguas, nuestro aire o nuestra tierra, debieran ser juzgados como "envenenadores" y sentenciados como tales, basta de eufemismos, si llamamos a las cosas por su nombre, evitaremos largos discursos, pesados libros y engorrosos planes, que solo sirven para defender al reo, dilatar resultados y agregar más confusión.
Parece increible pero es realidad, para la cuenca Matanza Riachuelo se prefirió consolidar un centro toxicológico en La Plata y no en Avellaneda ni en La Boca, la gente sigue habitando sobre peligrosos basurales, el reordenamiento territorial nunca sale de la letra escrita para llegar a la gente, respecto las industrias, se mantiene la misma política de siempre, no nos dicen cuales son, ni cuantas son, ni donde están, por lo que entonces no las controlan, seguimos ignorando sus volcados, no se designan los inspectores necesarios ni con el grado de remuneración y especialización mínima necesaria, además el día que logremos todo esto ya tienen los poderosos industriales de la cuenca la benigna resolución 3 del 2009, para que cuando el inspector analice sus deshechos, deba responder casi con seguridad que la empresa vuelca acorde a normas...
Cuando el derecho viene torcido, y las políticas de estado brillan por su ausencia, la pregonada injusticia social la consolidan incluso varios de los que dicen operar en favor de la justicia, hay sectores de la justicia con dificil acceso a equipos perfectamente calibrados y confiables para determinar mediciones de calidad, en distintas industrias denunciadas.
Es todo un misterioso arte hacer que se cumpla la Constitución Nacional, las leyes, y ahora el fallo de la Corte Suprema.
Las conductas sociopolíticas en la Cuenca M-R, también necesitan urgentemente una revolución contracultural. Se facilita al indigente de la cuenca, adueñarse de un pequeño espacio público en lo posible retirado o escondido de zonas pudientes, éstos luego demandan trabajo y le ofrecen subsidios con comedores comunitarios, demandan planes para comprar su vivienda y le ofrecen ladrillos, cal y chapas, duran así sobre la faz de la tierra, anárquicamente, insalubremente, olvidados por la sociedad, en parte utilizados clientelísticamente, como fuerza de choque o mano de obra barata para tareas lícitas o ilícitas, al servicio de algún explotador u operador de turno. Terminan muriendo tempranamente por enfermedades o incidentes relacionados a su complicado hábitat. Todos quieren vivir en Buenos Aires o en los grandes centros urbanos del país, con una Argentina en general subpoblada o deshabitada según la región. ¿ Nadie planifica ? Se debieran blanquear todos los dineros públicos que pueden ser aplicados a planes de viviendas que faciliten la compra, como así también todas las tierras públicas existentes y habilitadas para tal fin, todo con un censo poblacional previo, cerrando los accesos. La salud pública ante tamaña emergencia, debiera hacer que todos los hospitales de la cuenca trabajen coordinadamente, con un centro toxicológico por municipio.
Se facilita en general a los poderosos industriales su intocabilidad, adueñándose de privilegiados negocios. Como puede entenderse que ACUMAR con más de tres años de existencia, tenga a la fecha solo identificadas en la cuenca el 20 % de las industrias, disponga de escasamente 27 inspectores y tampoco estables, ni muy especializados. Las industrias deben ser controladas, pero también invitadas a sentarse a la mesa del diálogo constructivo, con una mano debiéramos tenderles nuestras mejores intenciones para con ellas, y en la otra disponer un atinado látigo ante cualquier nueva defraudación que cometan al gran objetivo que estamos persiguiendo.
Padecemos una clase media exigente, catárquica, a la vez bastante apática, cómoda, descreida, poco participativa, con un cerebro debilitado por décadas de mentiras y fracasos políticos, se piensan y sienten diferentes, mejores al resto, viven gobernados por el miedo, cuidando su pequeña quintita, abanderados del "no te metas", campeones de la queja, de críticas inconducentes, y todo pese a disponer de acceso a la universidad.
Será simple coincidenica que en gran parte de la cuenca, a nuestra escuela pública, a nuestra salud pública, la estén devastando, en un marco de inseguridad, falta de trabajo, masificación de la drogadicción, corrupción con impunidad, depreciación acelerada de los valores éticos escenciales en toda comunidad sana y organizada, etc. etc. ?
Valoramos y colaboramos con la educación ambiental, pero ... puede fructificar ésta, sin la otra, y sin un entorno más justo y apropiado ?
Juan Bautista Alberdfi ( 1855 ) dijo: "Nuestro pueblo argentino se muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos, de ignorancia en el arte de hacer bien las cosas, quieren pan sin trabajo, vivir del maná del Estado y eso los mantiene ignorantes, esclavos de su propia condición". -- Muy poco se aprendió
Tenemos a la cuenca M-R ante una oportunidad históricamente única, con instituciones y organizaciones de principalísimo nivel ocupándose, no debemos permitirnos como sociedad, vivir en el tema, una nueva experiencia infructuosa.
| "No podemos cambiar la dirección del viento, pero si la de nuestras velas" |
Asociación de Vecinos La Boca
Alfredo Alberti.
www.avelaboca.org.ar
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