"EL ESTADO". Lo público no te roba, te sostiene.
Te sostiene desde el primer aliento. Te acoge en hospitales que no construiste, te vacuna con ciencia pública, te enseña a leer en aulas que otros pagaron, y te conecta al mundo con carreteras, satélites y redes que crees invisibles porque nunca tuviste que pelearlas.
Y cuando por fin el algoritmo te regala dos likes y tres ventas, te crees un lobo solitario. Olvidas que ese dropshipping glorificado no habría durado ni un día sin sanidad pública, logística pública, protección jurídica… y hasta bomberos que apagarían el fuego si se te quema el piso con tus cajas de éxito.
No es que el Estado te robe. Es que estás tan cegado por tu ombligo que no ves la red que impide tu caída. Una red que otros tejieron y que tú estás dispuesto a dinamitar con discursos prefabricados, para parecer rebelde mientras sirves al sistema.
El capitalismo te da la cuerda, y tú la agitas como si fuera un látigo de libertad. Pero lo que no ves es que ya te la estás enroscando al cuello. Porque sin lo común, sin lo colectivo, sin los servicios que tú no pagarías ni en broma, no hay libertad. Solo sálvese quien pueda. Y tú no podrías.
Así que no. El Estado no te roba. Lo que te roba es la élite que privatiza lo que era de todos y te convence de que eso es libertad. Lo que te roba es la propaganda que convierte el privilegio en mérito y la miseria en destino.
Defender lo público no es nostalgia: es supervivencia. Y va siendo hora de que lo digamos con todas las letras.
#Estado
Spanish Revolution
PRENSA MAC/
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