jueves, diciembre 01, 2011

Acerca de la carta abierta de Carta Abierta, referida al asesinato de Cristian Ferreyra (y a Aerolíneas), titulada “Por una tierra sin condenados”, publicada en Página 12 el miércoles 23/11/11. (POR EUGENIO PERRONE) ////

La carta abierta de Carta Abierta referida al asesinato del militante del MOCASE Cristian Ferreyra no es una carta dirigida a la madre, familiares, amigos y compañeros de Cristian Ferreyra. Es lo primero que noté al leerla, y me molestó. Por eso escribo estas líneas.
La carta comienza así:
En medio de las grandes esperanzas, sucede nuevamente el penoso acontecer de la sangre derramada. El asesinato de Cristian Ferreyra es un hecho de inconmensurable gravedad.
Si la segunda oración estuviera en primer lugar, podría ser el comienzo de un manifiesto, el testimonio de los integrantes de Carta Abierta ante un momento difícil.
Pero no empieza con la declaración fuerte de la segunda oración, empieza hablando de grandes esperanzas que se ven empañadas por un penoso acontecer que sucede. De esa manera el texto asume el tono ritual de una explicación escolástica, que se vuelve magistral por su extensión, por los detalles eruditos y el amaneramiento del lenguaje:
… penoso acontecer… inconmensurable gravedadsurge a bocanadas el signo de una historia irresuelta e injusta
¿Cómo imaginar un signo que surge a bocanadas? Y hay más frases llamativas:
la historia argentina ni siquiera en esta época propicia consigue tener un balance templado y equitativo
Palabras como templado y equitativo, pueden sonar agradables en alguna circunstancia que no sea la de un asesinato, pero ¿qué puede significar un balance templado y equitativo de la historia argentina? Ese lenguaje, aunque proviene de sociólogos y cientistas sociales, es una mezcla de dos discursos teológicos: el cristiano (templado viene de templanza o continencia) con el del Banco Mundial que promueve políticas de equidad para contener a las poblaciones expropiadas (o sea, para no hablar de justicia social).
Pregunto entonces a los teólogos ¿por qué sería ésta una época propicia si no logra establecer ese balance templado y equitativo de la historia argentina?
No hay respuesta a esa pregunta, pero a cambio nos explican el secreto de la historia, figurita difícil si las hay:
… el secreto de la historia es que siempre es lejana hasta que un hecho de sangre acerca todo un material que parecía perdido para alimentar una acostumbrada brutalidad, que es milenaria y es también de nuestros días.
Hecho de sangre es un eufemismo que elude nombrar víctimas y victimarios. En la jerga policial se burlan de él utilizando el término “morcilla” –que está hecha de sangre. Con el mismo sentido eufemístico, la carta abierta nos dice que, como la brutalidad es acostumbrada y es tanto milenaria como de nuestros días, entonces, el asesinato de Cristian Ferreyra por mandato de empresario sojero (que aporta retenciones para sostener las políticas de equidad), no debería molestarnos ni desviarnos de un rumbo que por lo demás, es muy propicio.
Cristian Ferreyra habla de las modernas luchas por la tierra y habla también de luchas muy antiguas
Pero ¡qué interesante la charla de ese muchacho sobre lo moderno y lo muy antiguo!, uno no se cansa de escucharlo.
 
Creo que la carta ofende, en primer lugar, por el tono explicativo que pone a los que la leímos en el lugar de alumnos. Con la misma autoridad que se otorgan para explicar, después querrán tomarnos prueba.
Los días que siguen a un homicidio son de duelo. Los seres queridos del difunto deben evitar que la muerte se lleve a alguien más de entre ellos, deben escoger los recuerdos que guardarán, deben dar un lugar al deseo de venganza… Si se discute, la discusión es de carácter familiar o asambleario. Lo que se discute es qué hacer, y no las causas remotas, milenarias, de por qué ocurre un homicidio justo en un momento de grandes esperanzas.
La carta ofende explícitamente con algunas de sus afirmaciones, como ser:
no porque en estos luchadores no haya alguna vez un hierro candente en la mano o un puño que se cierre sobre una piedra…
(la historia que representa Cristian Ferreyra) se remonta por lo menos al siglo XVII, donde las comunidades indígenas podían entrar en guerra entre sí, aliarse de diversas maneras a los españoles…
No es necesario que imaginemos un pasado pulcro e incontaminado. La guerra y la violencia imperaban entre etnias cercanas, que podían unirse con el español…
… esa historia llega hasta nosotros a través de un hilo frágil e impuro, porque no es una historia de purezas ni de identidades contundentes…
Los profesores universitarios de Carta Abierta ¿admitirían que en el velorio de alguno de sus hijos asesinado, alguien se sienta obligado a explicar la inocencia del difunto a pesar de que alguna vez empuñó un hierro candente o una piedra, o a pesar de los antecedentes dudosos de ancestros sucios y contaminados entre los que reinaba la guerra, la violencia y la traición?
Son los campesinos en los que resta aún un filamento étnico muy antiguo.
¿Nadie más que los campesinos asesinados tienen un filamento étnico muy antiguo? Parece que los genes de nosotros, los no-campesinos de la gran ciudad, son en cambio muy modernos. Parece que si nos consideramos individuos modernos, y como tales creemos no provenir de ninguna etnia, entonces efectivamente no provenimos de ninguna, y que esa creencia nuestra alcanza para cumplir el requisito de “limpieza de sangre” que pedían los españoles para ocupar cargos públicos… y los compañeros de Carta Abierta, para cursar su cátedra.
¡Guarda ustedes morochos que portan filamentos étnicos! ¡Ocúltense! ¡No se expongan si no quieren que los maten! ¡Tengan paciencia, no vengan con sus problemas justo ahora, en esta época de las grandes esperanzas en la que nos ocupamos de graves problemas de gestión como el de Aerolíneas.
Esta forma sofisticada de discriminación, se extiende a indios y campesinos, a empresarios y capangas salidos del Medioevo (medioevo es un eufemismo porteño para no decir provinciano), a policías rurales o patronales, dominadas por las peores lógicas de los empresarios, pequeños o grandes de la tierra, vinculados con una irresponsable clase política, sicarios de la nueva renta agraria en complicidad con jueces o mandos policiales y políticos (siempre provinciales, o por lo menos opositores, se entiende)… y –de pronto, en medio del texto, introducen la cuestión de Aerolíneas- a estamentos laborales cristalizados que padecen toda clase de trabazones mentales y que como viejas fuerzas reaccionarias, siguen al acecho (demás está decir que ninguno de los nombrados merece discriminación y en cambio todos, los nombrados, los no nombrados y los nombradores, merecemos justicia).
¿Por qué la mención a Aerolíneas en esta carta abierta? ¿Es una carta abierta o un panorama político semanal? ¿Cómo relacionan una cosa con la otra?
Además de que ambos temas son agenda en la misma semana, yo diría que hay una razón de coherencia, ya que los compañeros de Carta Abierta construyen –a la manera de aquel Sarmiento de Civilización o Barbarie- el listado de todo lo que es extraño a esta época propicia de las grandes esperanzas, y en la lista faltaban los sindicalistas.
A la época propicia vuelve a aludirse en el párrafo final:
A partir de allí comienza la política, dándoles a la gestión y a las tecnologías las virtudes de un frente social novedoso que las recubra con los contenidos de eticidad de las democracias avanzadas.
Los contenidos de eticidad de las democracias avanzadas seguramente están más emparentados con quienes rinden culto a la gestión y la tecnología, a la templanza y la equidad, que con los campesinos en los que resta aún un filamento étnico muy antiguo de antepasados impuros (o sea, los campesinos chicos). Estos últimos pertenecen al Medioevo, no como la gestión y la tecnología que como todos sabemos, son bien modernas. Los compañeros de Carta Abierta no se animaron a ironizar con el nombre del presidente boliviano –“todo campesino es medio Evo”- no porque no se les haya ocurrido sino por no ir más allá del límite académico del eufemismo.
Pero esto de Los contenidos de eticidad de las democracias avanzadas es toda una confesión: la carta abierta de Carta Abierta está dirigida a la militancia que apoya al gobierno nacional. Pretende dar aire en un momento crítico, a la Presidenta, a las agrupaciones que constituyen su fuerza política y a quienes la observamos con expectativa. Pretende mostrarse “dando aire”, pero es un aire viciado, y más que reanimar, asfixia.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails