martes, julio 27, 2010

¿Y SI YASKY Y DE GENNARO VAN JUNTOS? Posibilidades de acuerdo en la conducción de la CTA///////

(AGENCIA DE NOTICIAS ANRED).-Las negociaciones para el cierre de listas de cara a las elecciones en la Central de Trabajadores Argentinos entran en su etapa definitoria. El 5 de agosto es el plazo para presentar los candidatos para los comicios del 23 de septiembre y la principal expectativa está en saber qué pasará con la lista Germán Abdala. Este espacio conduce la central desde su fundación y hoy está al borde de la fractura entre los sectores que lideran Hugo Yasky, más cercano al kirchnerismo y Víctor De Gennaro, con mayor distancia del gobierno y crecientes vínculos con Proyecto Sur. Si bien hay diferencias de fondo, existe la posibilidad de un entendimiento de último momento.



En los últimos meses, la interna en el oficialismo prácticamente ha paralizado las iniciativas de la Central, sobre todo las más “políticas”. Entre ellas la Constituyente Social, ninguneada por el sector de Yasky. Ambas fracciones han arrojado munición gruesa contra sus aliados históricos, planteando un escenario de ruptura, “sin posibilidad de vuelta atrás”. Pero largos años de acuerdos en temas fundamentales, en particular de construcción político-sindical, contribuyen a la posibilidad de una negociación final que concluya en una lista de la Abdala unificada. También pueden brindar una explicación –seguro no la única- para diferentes movimientos de los últimos días en pos de esa unidad. Si bien los dirigentes sostienen que el principal obstáculo lo constituyen las diferencias políticas, hay voces que por lo bajo reconocen que varias se pueden llegar a zanjar si hay cierto equilibrio en el reparto de cargos.


Un gobierno interesado en el resultado


Las especulaciones también pasan por qué escenario es más favorable para el gobierno. Una CTA unida bajo el liderazgo monolítico de Yasky y con pocas críticas al proyecto kirchnerista es, obviamente, lo que más le conviene. Aunque esa posibilidad es bastante irrealizable, al menos por ahora: no son pocos los sectores opositores al gobierno en la Central y el descenso del salario real entre los estatales y docentes –el grueso de su base social- sumado a la negativa de la personería gremial, son elementos de peso a considerar en cuanto a las posibilidades actuales de esa perspectiva.


Otro escenario, que en ocasiones se hace rodar del lado de la Germán Abdala-De Gennaro, es el de una ruptura de la CTA, por el hipotético intento de Yasky de “llevársela a la CGT” de Moyano. La política es impredecible y lo cierto es que “los dos Hugos”, como los llaman los medios privados de comunicación, tienen hoy un acercamiento impensado hace un par de años. Pero parece poco probable que esa sea la estrategia de la Celeste, entre otras razones porque perdería un consenso en las bases que en el mediano plazo podría llevarlo a la derrota en su propio sindicato, la CTERA, que a su vez tiene elecciones tres semanas antes que las de la CTA.


En los últimos años, los sectores independientes, en alianzas con participación de partidos de izquierda, han avanzado en la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina. Hoy casi todas las provincias de la Patagonia, y más recientemente Entre Ríos, están en manos de la oposición. Y el 2 de septiembre, en las elecciones nacionales de CTERA, habrá nuevamente una lista, la Lila, que estructure la mayoría de esas construcciones que plantean un modelo sindical más democrático y de base. Esta lista, encabezada por Pedro Muñoz, de Santa Cruz, difícilmente logre destronar en estas elecciones al espacio de Yasky, la Celeste, pero seguramente cosechará una buena cantidad de votos, lo que obligará al oficialismo a cuidarse de perder más legitimidad de cara a las elecciones de las distintas provincias de acá al 2013.


Con una manito de sus amigos


Volviendo a la CTA, una de las cuestiones claves a tener en cuenta en el marco de las negociaciones, está claro, pasa por los cálculos preelectorales. En este terreno, si bien hay muchas circunstancias impredecibles, la confianza de Yasky tiene anclaje numérico concreto. Un indicador son la fichas de afiliación presentadas en el cierre del empadronamiento.


En la provincia de Buenos Aires, por caso, las nuevas afiliaciones presentadas por la Abdala- Yasky fueron 50.000, contra 8.000 de la Abdala-De Gennaro. La disparidad de afiliación se explicaría -según algunos sectores- por la gran ayuda de los intendentes del conurbano y los movimientos sociales kirchneristas, lo que da cuenta de un alineamiento mucho más claro con el gobierno que el que reconoce públicamente el líder docente. Algunos de estos agrupamientos oficialistas incluso publicitan este aporte, como es el caso del santacruceño Edgardo De Petris, que señala que “hay 23.000 fichas de afiliación que nosotros –el Frente Transversal- pusimos en el padrón de la CTA, de las cuales más de la mitad son de la provincia de Buenos Aires”.


Sólo en el caso de SUTEBA, el sindicato docente provincial y uno de los bastiones de Yasky, el padrón creció más del 40% en tres años: de 65 mil a 92 mil afiliados, una verdadera oleada de participación que únicamente se observa en la fichas de afiliación.


Por otro lado, en los últimos días se formalizó el ingreso a la Central de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Pre-Metro (AGTSyP) y si bien no todo el conjunto del subte comparte la misma política, es un dato significativo que Beto Pianelli, uno de los delegados con mayor referencia, suene como candidato a secretario general por el sector de Yasky.


Hasta dónde las diferencias


Sectores de orientaciones distintas coinciden en que la posición ante el gobierno no implica diferencias fundamentales en la estrategia de construcción al interior de la Germán Abdala.


Uno de los pedidos públicos de unidad entre ambas corrientes fue el pronunciamiento de la CTA Solano, el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) y la fábrica recuperada UST, Unión Solidaria de los Trabajadores, que señalaron que no existen visiones diferenciadas en el modelo de central sino diferencias en la caracterización de la etapa actual, que hacen aparecer las posiciones como irreconciliables, por lo que propusieron una lista de unidad “que no pierda de vista el camino estratégico”. En el mismo sentido se había pronunciado pocos días antes Milagro Sala.


La referente de la Tupac Amaru merece un párrafo aparte. Ligada a De Gennaro desde sus inicios en Alto Comedero, Jujuy, la Tupac es uno de los espacios de la CTA más claramente alineados al gobierno. Desde esta alianza, la organización ha crecido vertiginosamente en el último año, instalándose con fuerza en varios centros urbanos, entre ellos Córdoba, la ciudad de Buenos Aires y algunas zonas del GBA. Contra toda lógica política, hace algunas semanas Milagro apareció firmando la convocatoria al acto de lanzamiento de campaña del sector de De Gennaro, que será en Ferro el sábado 31 de julio. Pero a los pocos días lanzó una carta abierta a los dos referentes -“Para mis amigos, Víctor De Genaro y Hugo Yasky”- donde pidió dejar de lado las diferencias, en un gesto que muchos interpretaron como el comienzo del acercamiento. Y la semana pasada, tal vez para forzar esta unidad, y de paso, seguir consolidando sus puestos en la estructura, anunció que la Tupac acordaría con uno o con otro según cada provincia, con “libertad de acción” para votar por cualquiera a nivel nacional, porque "no arriamos a nadie como ovejitas", un argumento que, en este contexto y conociendo un poco la dinámica de la organización, suena bastante poco creíble para todos.


Pero también desde sectores no oficialistas se apunta a la idea de que ambas fracciones expresan coincidencias fundamentales, al menos a nivel de quienes las encabezan. “Los sectores hegemónicos de ambos proyectos hoy en disputa, la Lista Verde de ATE y la Lista Celeste de CTERA, son expresiones de un sindicalismo reformista y de conciliación de clases, que tiene una base real en una amplia franja de nuestra clase trabajadora. No son construcciones simplemente burocráticas basadas exclusivamente en la fuerza de sus aparatos y de la coerción sobre la base. Frente a los cuestionamientos y críticas por izquierda, no han dudado en recortar la democracia interna tanto en sus sindicatos como en la metodología de la propia CTA. El tipo de sindicalismo que expresan tiene objetivos parecidos, aunque hoy difieran en sus tácticas políticas. Conciben un sindicato fuerte integrado como una pata del poder, necesariamente reconocida por el Estado, en un gobierno de colaboración de clases, que intente sacarle concesiones al Gobierno de turno”, expresa una declaración firmada por distintos referentes y espacios sindicales, entre ellos Enrique Gandolfo, de CTA Bahía Blanca y Norberto Señor, de ATE Sur. Desde este y otros sectores de la izquierda independiente se apuesta a construir, en el mediano plazo y “más allá de las opciones tácticas que se evalúen” de cara al 23 de septiembre, un espacio que pueda incidir en esta polarización, “donde muchos compañeros honestos y combativos quedan subordinados de hecho a una lógica burocrática y a veces muy macartista”.


¿Puertas abiertas?
Mientras los diversos sectores analizan los escenarios hipotéticos y las consecuencias que cada movida puede tener antes y después del 23 de septiembre, los principales dirigentes de la Abdala continúan tensando, en ocasiones con dureza, aunque sin cerrar ninguna posibilidad.


El sector que propondría a Micheli (Abdala-De Gennaro) dice que “los otros ya proclamaron un secretario general”. Yasky propone públicamente un acuerdo de “representación proporcional” garantizado por las centrales obreras de Brasil (CUT) y Uruguay (PIT-CNT). Todos dicen que las puertas no están cerradas del todo, pero tensan hasta el final por una tajada mayor de la lista. Por las dudas, las últimas escaramuzas tuvieron que ver con los padrones y la disposición de las mesas de votación. Y cada declaración pública se mueve al ritmo de la arenga necesaria para compactar la base propia, manteniendo al mismo tiempo los puentes que puedan, en cualquier momento, volver a sellar la unidad por cuatro años. Las posibilidades de una sola Abdala parecen escasas, pero todavía no está dicha la última palabra.

1 comentario:

  1. la nota no es de Anred, sino de Prensa De Frente (www.prensadefrente.org). El link original es www.prensadefrente.org/pdfb2/index.php/a/2010/07/26/p5797

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