Los profesionales exitosos disfrutan de       su trabajo. El gobierno de Obama ha escogido a un guerrero       exitoso y feliz, el general del Cuerpo de Marines, James N.       Mattis para dirigir el Comando Central de EE.UU. El comando       incluye a todas las fuerzas de EE.UU. en Afganistán, Iraq,       todo Oriente Próximo y Asia Central. Mattis se deleitó al       decir que “es divertido matar a cierta gente” y “tened un       plan para matar a todo el que encontréis”. 
      Matar es la clave       para el éxito de acciones militares. Matar a suficientes       insurgentes posibilita que las fuerzas invasoras y ocupantes       de EE.UU. sometan y subyuguen a los sobrevivientes. Los       verdaderos vencedores en Oriente Próximo son las       corporaciones basadas en EE.UU. que quieren explotar los       recursos de países ricos en energía y minerales como Iraq,       Afganistán e Irán. Los mercaderes de la guerra corporativos       de la industria de la defensa ganan como reyes. 
Suministran       los instrumentos para los asesinatos, los mercenarios       contratados y otros materiales, equipos y suministros       derrochadores y costosos para nuestras interminables guerras       contra el terror.
      Mattis tiene un       sólido currículo en el negocio del asesinato militar. Fue       teniente coronel en la invasión de Iraq por EE.UU. en 1991,       dirigió a los marines en la invasión de Iraq en 2003,       encabezó el ataque de EE.UU. contra la ciudad iraquí de       Faluya en 2004 y ayudó a planear el sitio que destruyó la       ciudad y mató a miles de civiles iraquíes. Mattis también       comandó las primeras tropas que llegaron a Afganistán en       2001.
      Describiendo sus       sentimientos sobre la gente en Afganistán, el general Mattis       dijo: “…es una tremenda diversión dispararles. En realidad       es bastante divertido combatir en su contra, sabéis. Es       terriblemente gracioso. Es divertido disparar a alguna       gente. Estaré ahí mismo con vosotros. Me encanta la pelea.”      
El autor Ricks       escribió que Mattis dijo a sus soldados que: “Sed corteses,       sed profesionales, pero tened un plan para matar a todo el       que encontréis”. 
      Según las       informaciones Mattis dijo a sus soldados durante la       Operación Tormenta del Desierto en Iraq: “Es la misión de       cada marine en el batallón que envíe a un iraquí muerto de       vuelto a su mamá”. 
Tal vez el general       del ejército en la Segunda Guerra Mundial, George S. Patton,       Jr., sea un modelo para Mattis en su glorificación de la       locura militar y el placer de matar. Patton dijo:       “¡Magnífica! En comparación con la guerra todas las otras       formas de esfuerzo humano son reducidas a la       insignificancia. ¡Que Dios me ayude, me encanta!” y “Ningún       hijueputa ganó una guerra muriendo por su patria, la ganó       haciendo que el otro pobre hijueputa muera por la suya”.       Patton también dijo: “EE.UU. adora a un vencedor, y no       tolera a un perdedor, por eso EE.UU. nunca ha perdido una       guerra y nunca la perderá”. Por cierto, eso fue antes de       nuestras malhadadas aventuras militares en Corea, Vietnam y       Afganistán. 
El secretario de       defensa Robert Gates calificó a Mattis como “uno de los       dirigentes en el combate y pensadores estratégicos más       destacados de nuestras fuerzas armadas, y trae consigo una       mezcla esencial de experiencia, discernimiento y perspectiva       a este importante puesto”. Cuando se le preguntó por la       retórica sedienta de sangre de Mattis, Gates hizo caso omiso       de una reprimenda oficial contra Mattis y dijo que fue hace       cinco años. 
En Afganistán, las       fuerzas de EE.UU. y de la OTAN siguen aumentando. La       cantidad de estadounidenses muertos hasta ahora durante este       mes es 23, con 14 muertos la semana pasada. En junio,       murieron 102 soldados de las tropas de ocupación, incluidos       60 estadounidenses. 1.149 soldados estadounidenses han       muerto en la guerra en Afganistán, y una cantidad       innumerable de civiles afganos. No hacemos recuentos de       víctimas del “enemigo” porque, como dijo el secretario de       defensa Rumsfeld, “la muerte tiene una tendencia a alentar       una visión deprimente de la guerra”. 
Nuestra crisis       económica está directamente vinculada al coste de la guerra.       Cuesta un millón de dólares por año mantener a un solo       soldado en Afganistán. El presupuesto 2010 del Pentágono es       de 693.000 millones de dólares, lo que sobrepasa todos los       demás programas de gastos discrecionales combinados       –mientras nuestro déficit aumenta vertiginosamente. 
Necesitamos desesperadamente dinero para crear puestos de       trabajo ecológicos, reconstruir nuestra infraestructura que       se desmorona y mejorar la educación. 
El presidente Obama       reemplazó al general McChrystal por el general Petraeus como       general comandante de las fuerzas de EE.UU. y de la OTAN en       Afganistán. McChrystal había hecho observaciones despectivas       sobre Obama y la conducción de la guerra por su gobierno.       Petraeus era jefe del Comando Central y será reemplazado por       Mattis. Obama dijo: “La guerra es algo más grande que       cualquier hombre o mujer, sea soldado raso, general o       presidente”. 
      La guerra en       Afganistán es una gran perdedora. El cambio de las tumbonas       para incluir a otro militar demente que piensa que “es       divertido matar” no impedirá que se hunda como el Titanic.       Sólo el fin de la guerra salvará a Obama. 
Un reciente sondeo       de ABC / Washington Post estableció que la       gente piensa que la guerra no vale la pena, por un margen de       53 a 44. Un sondeo de NBC/Wall Street Journal       dijo que un 62% del pueblo estadounidense dice que el país       va en la dirección equivocada y que la tasa de aprobación de       Obama es de 45%, con una desaprobación de 48%. 
El presidente Obama       fue el político más exitoso en EE.UU. que pareció encantado       de ser elegido al máximo puesto en el país. El cumplimiento       de su promesa de paz, esperanza y cambio hubiera sido       exitoso. Sin embargo si no concluye la locura militar de       matar por diversión se convertirá en un perdedor en 2012 y       condenará a la ruina a su partido en noviembre. 
Traducido del inglés para Rebelión por       Germán Leyens
      

 

No hay comentarios:
Publicar un comentario