LÍMITES
Pensaste que un tipo que gritara “sos una mogólica” en público jamás sería presidente de la república, pero sí pasó, corrieron el límite.
Pensaste que jamás un policía golpearía un viejo que reclama por su mísera jubilación pero sí pasó, y no sólo que pasó, sino que millones de personas aplauden y votan para que siga ocurriendo. Otra vez te corrieron el límite.
Pensaste que jamás un policía gasearía en la cara a 20 centímetros a una niña o que otro dispararía a la cabeza a un reportero gráfico pero sí pasó. Los límites, cada vez más afuera de la racionalidad.
Pensaste que nadie gatillaría un revólver a quemarropa contra Cristina, pero, mirá vos, pasó. Se corrió otro límite y no pasó nada.
Pensaste que la mayoría no volvería a votar a un gobierno que te vuelve a endeudar a vos, a tus hijos e hijas y a tus nietos y nietas, pero sí, lo votaron y contentos y contentas. Una sociedad lobotomizada sigue corriendo los límites.
Y pensaste que por más lawfare que haya, por más justicia macrista, jamás iban a condenar a Cristina en una causa tan berreta y mamarracha como la de Vialidad. Y sí la condenaron. Los límites, a la mierda.
Mañana vendrán por más límites, dependerá de nosotras y nosotros que los sigan corriendo.
Por Jorge Pailhé @JorPailhe
// Prensa Mac.
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