El 19 de junio de 1982, el alma del pueblo de Puerto Madryn se volcó a las calles para abrazar con pan, amor y lágrimas a los soldados que regresaban de Malvinas. Sin avisos ni banderas, la solidaridad floreció en cada puerta abierta, en cada abrazo silencioso, en cada factura compartida.
Esa noche no hubo pan, pero sí un gesto que alimentó para siempre la memoria de un pueblo que eligió el corazón por encima del silencio. 🇦🇷
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