lunes, junio 04, 2012

MOVIMIENTO OMBU: QUIEREN CONVENCERNOS DE QUE ENFERMARNOS CON EL DÓLAR NOS HACE BIEN. NOS QUIEREN ZOMBIES. POR ESO DECIMOS: ME IMPORTA UN CARAJO EL DÓLAR !!!


¿En qué momento del día, de cada uno de nosotros, vemos un dólar? ¿O cuándo lo usamos? ¿O en qué momento nos piden que paguemos con dólares? ¿Nos pagan los sueldos con dólares? ¿Cargamos la tarjeta SUBE con esa moneda? ¿Le pagan en dólares a nuestros jubilados? Las respuestas, en la abrumadora mayoría de los casos es: “NO”.

El dólar es un factor prácticamente ausente en la vida de los Argentinos. No existe. No toma parte. No nos interesa o no nos sirve. Entonces… ¿Por qué hoy desde un almacenero de Marcos Paz -cuyos clientes le pagan en pesos- hasta un remisero de Rosario -que cobra también en pesos- o un docente de Chubut o cualquiera de nosotros, simples laburantes que no formamos parte del “sector financiero” podemos manifestar síntomas de esta “enfermedad verde”?
Simple: porque están enfermándonos y quieren que nos enfermemos todos, que se genere una epidemia, que nos contagiemos todos de un problema que no es nuestro pero que nos lo quieren imponer. Como esos efectos de “viralidad” de las nuevas campañas de marketing, los medios dominantes de comunicación y los factores de siempre del poder económico lanzaron una campaña furiosa –y profundamente antinacional- para que todos actuemos como psicópatas, o como zombies, figura que se ajusta mejor a sus intereses y objetivos- pensando en que el dólar se va a comer nuestras vidas, nuestra alegría y FUNDAMENTALMENTE a este Gobierno que instauró un modelo de independencia política y económica, un gobierno de mayorías populares que les duele y los hace revolverse en su propia rabia. Un modelo que les arrebató la verdad y el discurso a esos que defienden los intereses de muy, muy, muy pocos.

Como toda enfermedad, su objetivo de máxima es matar. El de mínima, debilitar o incapacitar el cuerpo que invaden. Esta campaña apunta al cuerpo de la máxima institución del País: su Presidenta. Quieren minar el camino con argumentos falsos. Quieren desconocer 9 años de crecimiento económico y de inclusión social porque 5, cien, mil o a los sumo 10.000 tipos hoy no pueden comprar dólares, Y porque esos 10.000 no pueden comprar dólares, hacen un escándalo y psicopatean a los otros 44.990.000 que vivimos en este país.

Otra vez nos quieren hacer creer que sus intereses son los nuestros. Ahora se quejan y se hacen los progres porque la Policía controla las casas de cambio para que no se genere una corrida cambiaria –esto es: que cumplan su objetivo yTODOS salgamos como zombies a comprar dólares porque finalmente nos enfermaron- y la economía de los 44.990.000 se vaya al infierno. Pero no dudan en pedir a gritos a la Policía para reprimir protestas sociales que sus “derechos” a comprar dólares “libremente” generan.

La estrategia es tan vieja como los problemas que afectaron a este País. Primero, presionan con la inflación: las usinas de propaganda a favor del establishment nos queman la cabeza hace años con la inflación. Como poco pudieron lograr en el malestar social porque las paritarias -que Néstor primero y Cristina ahora- aseguran, entonces ahora van con el dólar.

“Dólar”, “dólar”, “dólar”, “dólar”, “dólar”, “dólar”, “dólar”, “dólar”, “dólar”, “dólar”. Como un mantra diabólico. Como un rap maléfico. Quieren llenarnos la cabeza con la palabra “dólar” para otra vez vaciarnos los bolsillos, dejarnos sin empleos, destruir nuestro Proyecto de País y nuestros proyectos colectivos, expulsar a la marginalidad a trabajadores y así ellos conservar sus privilegios de elite.

Les duele -y cómo les duele- el 54%. Se dicen democráticos, pero no lo aceptan. Ahí los tenemos a papagayos como De Narváez, el traidor de Cobos, o “economistas” como González Fraga saliendo de los pozos en los que los metió la gente al negarles su voto, a hablar de “descalabro de la economía”, y mentiras por el estilo. Porque eso es lo que hacen: mentirnos.

Nos mienten cuando hace NUEVE años decían que el dólar se iba a 7, 10, 20 pesos. Nos mientan cuando quieren comparar este momento con el de 2001. Es decir, quieren hacernos creer que aquel país que llevaba tres años deRECESION (esto es, no sólo no se crecía sino que se decrecía); aquel país del 25% de pobreza; aquel país de muchos haciendo cola en las embajadas para irse; aquel país de los clubes del trueque; aquel país de jubilados que mantenían a sus hijos y nietos porque eran el único ingreso del grupo familiar; aquel país de las fábricas que se mudaban a Brasil; aquel país de las 20 cuasimonedas; aquel país endeudado hasta el cuello; aquel país del “que se vayan todos”, es este país de más de diez años después con casi pleno empleo, notebooks que el ESTADO les da a los chicos para incluirlos tecnológicamente, y abuelos que tienen dos aumentos salariales garantizados por año.

Quieren hacernos creer que aquel “no país” es nuestro País de realidades, proyectos y crecimiento de hoy. Quieren hacernos creer que no avanzamos, que no logramos nada, que seguimos sin entender nada. Que ellos sí saben “cómo son las cosas” y que “si el desastre no vino todavía es por el viento de cola, y porque ya va a venir y porque esto es como entonces y blablabla bla bla bla bla bla bla”.

A quienes no se acuerdan o tienen poca memoria, les aseguramos que estamos a un mundo de distancia de aquel país. Y es más que una frase. Como nos dicen que vamos a estar los que nos quieren enfermar con el dólar, en realidad están los españoles, los griegos, casi los italianos, los ingleses y los franceses, que votaron hace poco a un socialista para intentar no estrellarse.

Hoy el mundo habla de la crisis del euro. O se habla del endeudamiento externo de Estados Unidos esINCREIBLEMENTE grande (varias veces lo que producen en un año) que financia con bonos que le vendió a China. Todavía están frescos los salvatajes con EMISION (palabra que horroriza a los papagayos locales)MULTIMILLONARIA de dólares. Para que quede claro: los “yanquis” imprimieron billetes por VARIAS veces (no menos de cinco) la deuda externa de los países latinoamericanos en su conjunto. Ah, pero no: los que nos quieren enfermar con el dólar no nos cuentan que es una moneda devaluada. Jamás nos lo van a contar.

Los economistas “liberales” (es decir, que piden libertad para los poderosos, nada más) siempre sostuvieron que el dólar subía por dos razones básicas: déficit fiscal (como el de EE.UU.) y déficit de balanza o comercial (esto es, se importaba más de lo que se exportaba (también como sucede en EE.UU. hoy). Esto justificó el alza del dólar históricamente en la Argentina.

Bueno, los que están inyectando el virus discursivo del dólar no te cuentan que hace nueve años la Argentina tiene lo que se dice “Superávits gemelos”. Esto es: no gasta más de lo que recauda y no compra al exterior más de lo que venda. Por eso se acumularon reservas en el Banco Central (que no están sólo nominada en dólares sino también en euros, oro y otros valores) para contener cualquier corrida cambiaria.

Pero no. Ellos insisten: se va todo -y “todo” es vos, tus viejos, tus amigos, nosotros, el vecino…- todo se va al infierno. Qué ganas que tienen. Qué traidores a la Patria. En los países y modelos que ellos tanto idolatran, serían considerados “traidores” porque hacen todo lo posible por perjudicar a su País.

Desde OMBU, entonces, lanzamos una consigna: “No me importa el dólar”. O para hacerla más ganchera y recordando al Bolivariano Hugo Chávez cuando nos querían imponer el ALCA (la falsa unión comercial continental que sólo iba a ayudar a EE.UU. a compensar su déficit comercial con China). El Presidente venezolano, al denunciar los históricos métodos de dominación que usaron los países poderosos en la región, habló del “Alca, Alca, Alca… ¡Al Carajo!”, terminó diciendo para graficar el sentir de un continente.

Entonces, también podemos usar el “carajo” tan nuestro y decirles a los que nos quieren enfermar: “ME IMPORTA UN CARAJO EL DÓLAR”.

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