La media sanción del Senado de la Nación del anteproyecto de ley denominado “Servicio Cívico Voluntario” me generó primero una gran sorpresa y segundo una gran preocupación. Siguen pensando que nuestros chicos y chicas son la causa de todos los problemas, para ellos la solución es la discriminación y el encierro.
Por » Alicia Kirchnercorreo@losocial.com.ar
Esta media sanción, que además va en contra de todos los Tratados de Derechos Humanos ratificados por nuestro país; en particular la Convención sobre los derechos del niño y su Protocolo Facultativo de Niños en Conflictos Armados; pretende cortar la cadena por el eslabón más débil.
Según el Protocolo, los niños por debajo de los 18 años no pueden ser obligatoriamente reclutados por ningún tipo de fuerza armada. Por encima de esa edad podrán reclutarse en forma voluntaria, pero los estados partes deben presentar al Comité de los derechos del Niño con asiento en Ginebra, las garantías y los recaudos que ha tomado para asegurar que no hay coacción. Que la decisión se ha tomado en libertad.
Ahora bien, si se trata de “institucionalizar” voluntariamente, ¿por qué dirigir el proyecto a los chicos “en riesgo”, léase, los adolescentes y jóvenes pobres? ¿Porqué no a todas las personas de 14 a 24 años, sin discriminación alguna?
Siguen pensando que nuestros chicos y chicas son la causa de todos los problemas, para ellos la solución es la discriminación y el encierro.
¿Es posible que haya todavía personas, adultos que han tenido en el pasado cercano la responsabilidad de gestionar el país, que sigan creyendo que los “cuarteles” es el lugar preparado para la formación de ellos?
Es un proyecto hipócrita que esconde una política seudo-disciplinaria que se basa en la concepción de peligrosidad, por lo tanto hay que “internarlos”, “segregarlos”. Y ahora “militarizarlos” so pena de perder el ingreso que le prometen, ropa y vivienda.!!!
Nuestras políticas públicas son esencialmente opuestas al proyecto de marras, porque conciben a los pibes no sólo como sujetos de derecho, sino como lo que realmente son: personas profundamente creativas, ingeniosas, con ansias de participar, de ocupar un lugar en este País y esencialmente en este Proyecto Nacional.
En el Programa Nacional para adolescentes “Nuestro Lugar” participan más de 70.000 chicos y chicas de toda la República. ¡Desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, o desde Buenos Aires a San Juan! Chicos que viven en pueblos de campo, en los valles, las montañas y en las grandes ciudades participan y se integran.
Hay miles y miles de hombres y mujeres mayores de 18 años y hasta 29 años que han constituido cooperativas y forman parte del “Argentina Trabaja”, desde ese lugar construyen ciudadanía y aportan al proyecto de país.
¡Desde mayo a noviembre más de UN MILLÓN de pibes y pibas participan de los campeonatos EVITA! En el Polideportivo EZEIZA concurren más de 65.000 jóvenes, y en ARGENTINA NUESTRA CANCHA están participando en barrios de todo el país ¡otros 60.000!
Falta mucho por hacer, pero estamos convencidos que hemos dado pasos firmes y contundentes a favor de los derechos de todas y todos. La Argentina no debe retroceder.
Que nuestras chicas y chicos inunden los espacios en los cuales se desarrolla su vida, la escuela, los clubes, las plazas, los espacios culturales, los barrios, eso es INTEGRACIÓN, lo otro es hipocresía, ausencia de ideas, orfandad espiritual y mediocracia .
Muchos pretenden esconderlos, nosotros, incluirlos.
Según el Protocolo, los niños por debajo de los 18 años no pueden ser obligatoriamente reclutados por ningún tipo de fuerza armada. Por encima de esa edad podrán reclutarse en forma voluntaria, pero los estados partes deben presentar al Comité de los derechos del Niño con asiento en Ginebra, las garantías y los recaudos que ha tomado para asegurar que no hay coacción. Que la decisión se ha tomado en libertad.
Ahora bien, si se trata de “institucionalizar” voluntariamente, ¿por qué dirigir el proyecto a los chicos “en riesgo”, léase, los adolescentes y jóvenes pobres? ¿Porqué no a todas las personas de 14 a 24 años, sin discriminación alguna?
Siguen pensando que nuestros chicos y chicas son la causa de todos los problemas, para ellos la solución es la discriminación y el encierro.
¿Es posible que haya todavía personas, adultos que han tenido en el pasado cercano la responsabilidad de gestionar el país, que sigan creyendo que los “cuarteles” es el lugar preparado para la formación de ellos?
Es un proyecto hipócrita que esconde una política seudo-disciplinaria que se basa en la concepción de peligrosidad, por lo tanto hay que “internarlos”, “segregarlos”. Y ahora “militarizarlos” so pena de perder el ingreso que le prometen, ropa y vivienda.!!!
Nuestras políticas públicas son esencialmente opuestas al proyecto de marras, porque conciben a los pibes no sólo como sujetos de derecho, sino como lo que realmente son: personas profundamente creativas, ingeniosas, con ansias de participar, de ocupar un lugar en este País y esencialmente en este Proyecto Nacional.
En el Programa Nacional para adolescentes “Nuestro Lugar” participan más de 70.000 chicos y chicas de toda la República. ¡Desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, o desde Buenos Aires a San Juan! Chicos que viven en pueblos de campo, en los valles, las montañas y en las grandes ciudades participan y se integran.
Hay miles y miles de hombres y mujeres mayores de 18 años y hasta 29 años que han constituido cooperativas y forman parte del “Argentina Trabaja”, desde ese lugar construyen ciudadanía y aportan al proyecto de país.
¡Desde mayo a noviembre más de UN MILLÓN de pibes y pibas participan de los campeonatos EVITA! En el Polideportivo EZEIZA concurren más de 65.000 jóvenes, y en ARGENTINA NUESTRA CANCHA están participando en barrios de todo el país ¡otros 60.000!
Falta mucho por hacer, pero estamos convencidos que hemos dado pasos firmes y contundentes a favor de los derechos de todas y todos. La Argentina no debe retroceder.
Que nuestras chicas y chicos inunden los espacios en los cuales se desarrolla su vida, la escuela, los clubes, las plazas, los espacios culturales, los barrios, eso es INTEGRACIÓN, lo otro es hipocresía, ausencia de ideas, orfandad espiritual y mediocracia .
Muchos pretenden esconderlos, nosotros, incluirlos.
Publicado el 02/10/2010
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