lunes, agosto 02, 2010

AGENCIA REBANADAS DE REALIDAD: "TRABAJADORAS DEL HOGAR Y NO EMPLEADAS DOMÉSTICAS", POR RODOLFO ROMERO GARCETE /////

La agencia postmoderna que se quedó en el ´45
OPINIÓN - VENEZUELA
28/07/10

Por Rodolfo Romero Garcete (*)
Rebanadas de Realidad - Caracas, 28/07/10.- Uno de los temas sociales y sindicales que el Movimiento Sindical y toda la sociedad debe revisar en profundidad es la denominación y situación de LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR, ya que hasta hoy es común denominarlas Empleadas Domésticas.
Podemos considerar la cuestión de trascendencia cultural, ya que las palabras tienen un significado propio y la semántica le concede un valor social y un contenido político.
Lo doméstico viene de domo - domus, que es igual a casa. Se refiere a los quehaceres domésticos. Está inevitablemente relacionado con el proceso de domesticación, y según los diccionarios, "dícese del animal que se cría en casa", y agregan: "La domesticación del perro y del caballo es antiquísima". Yo le agrego, la domesticación de la trabajadora del hogar es igualmente antiquísima. En nuestro mundo moderno, es la simple continuación del proceso esclavista, de gran antigüedad, y desde luego de cercana experiencia con la trata de los esclavos negros de África introducidos como mercancía en toda América.
La vil explotación del trabajo humano es parte substancial del proceso de domesticación de la mujer y/o del hombre que trabaja en una casa en condiciones en que la arbitrariedad de la dueña y del dueño de casa, permite consumar todo tipo de atropello y violación de los derechos humanos. En este sentido, hablar de precariedad es poco.
En verdad es un tema - problema, de honda raigambre cultural, con triple dimensión: humano - sociosindical y sociolaboral.
En lo humano, está en juego la dignidad de la persona y la visión de sus derechos y deberes; en lo sociosindical, está en juego su derecho de asociación, amparado por el Convenio 87 de la OIT que formula con claridad la Libertad Sindical; y en lo sociolaboral, el tipo de la Relación de Trabajo, ya que existe un verdadero Contrato de Trabajo, que debe ser regulado en igualdad de condiciones a los demás contratos de trabajo según la actividad laboral que se realiza.
La especificidad de la actividad laboral no puede invocarse para negar derechos y garantías iguales a las y los trabajadores del hogar.
Afortunadamente se ha ido desarrollando una nueva cultura en el mundo del trabajo, y en especial, en el caso de las personas que hasta hace poco han sido tratadas hasta despectivamente como empleadas o empleados domésticos. Ese trato despectivo colocaba a los y las trabajadoras del sector como inferiores en la escala social y prácticamente sin derecho alguno. Las diferentes denominaciones utilizadas son elocuentes: En Paraguay se las llamaba Pokyrá- (mano grasienta) - en Venezuela Cachifa, etc.
La evolución positiva en la concepción de LOS DERECHOS HUMANOS, siendo estos Universales, Indivisibles e Inviolables, y la reducción y casi eliminación de la invisibilidad de la mujer, que representa el contingente ampliamente mayoritario como trabajadora del hogar, y los grandes avances logrados en la Igualdad de Género, va permitiendo este cambio cultural y la búsqueda de una nueva denominación y visión estratégica en el tratamiento del tema - problema. Sin embargo, sabemos que todavía es necesario luchar sin descanso para seguir avanzando. En este sentido, es bueno hacer un especial llamado a los y las Trabajadoras y Trabajadores del Hogar para constituir Organizaciones Sociales y Sindicales que permitan consolidar la conquista de los derechos y deberes que les corresponde, ya que de lo contrario, la precariedad y la violación sistemática de los derechos seguirá siendo la práctica social en nuestros países. En efecto, la mayoría de los patrones - patronas, son autoritarias y negadoras de esos derechos.
En Paraguay, el Congreso de la República está estudiando un Proyecto de Ley, y la denominación que ya utilizan es la de Trabajadoras - Trabajadores del Hogar.
Y en América Latina - Caribe, desde hace muchos años funciona la Confederación Latinoamericana de Trabajadoras del Hogar - COLATRAHO -, que actualmente tiene su sede en México.
Mientras sigamos utilizando la vieja denominación de empleadas domésticas, estaremos contribuyendo con la perpetuación cultural que ha servido para la explotación del trabajo humano, pisoteando la dignidad humana y violando en forma sistemática los Derechos Humanos.
(*) Ex Secretario General Adjunto de la CLAT; ex Director General de la Universidad de los Trabajadores de América Latina (URAL); ex Presidente de la Comisión Latinoamericna de Defensa de los Derechos y Libertades de los Trabajadores y Pueblos de América Latina (CLADEHTL). En la actualidad es Asesor de la CNT de Paraguay.
Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, Argentina
Celular: (11) 15 5 0480714 / MSN: casadoledo@hotmail.com

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